En la era en la que se cuestionan con más fiereza las intervenciones estéticas excesivamente invasivas -no hay más que mirar los últimos casos de Tom Cruise o Renee Zellweger- los pacientes reclaman tratamientos eficaces, pero cuyos resultados no cambien en exceso sus rasgos. Es decir, quieren verse más bellos y juveniles, pero sin que su entorno note específicamente qué es lo que se han hecho. Por eso, El IEEA lleva trabajando en esta línea muchos años y por eso confía en técnicas con efectos perceptibles pero mínimamente invasivas, como los hilos tensores.indolo
Desde hace unos años, muchos especialistas los consideran casi mágicos por sus espectaculares resultados en casos de pérdida de firmeza y flacidez. Pero, ¿En qué consiste este tratamiento?
Los hilos están compuestos por un material llamado PDO (Polidoxianona), totalmente reabsorbible y de un material biocompatible que se elimina a los 6-8 meses tras su aplicación. Se colocan en el interior de la piel en forma de mallado para estimular las células y conseguir un aumento eficaz de la producción de colágeno y elastina. Una técnica sencilla pero que requiere conocimientos precisos de la anatomía facial para conseguir unos resultados armónicos. Tras su aplicación en una única sesión, los hilos resultan invisibles al tacto porque se integran perfectamente en el interior de la epidermis.
La imagen final es un rostro descansado, con un ligero efecto lifting acompañado de un aspecto más luminoso y turgente de la piel. Sí que hay que entender de antemano que el efecto no es equiparable a una operación de cirugía plástica de lifting tradicional, por lo que con los hilos tensores no obtendremos un cambio radical en términos de descolgamiento.
El resultado suele durar entre 12 y 18 meses una vez realizado el tratamiento, a pesar de ello, una vez transcurridos unos dos o tres meses, nuestras doctoras realizan una revisión de los resultados para valorar la colocación de algún hilo más o mantener lo ya existente. En definitiva, un protocolo de medicina estética que resulta muy poco agresivo y casi indoloro, por lo que el paciente puede reincorporarse de inmediato a su vida cotidiana, y con resultados eficaces.